La defensa de Boca es un equipo y el ataque otro.

El análisis de un partido jugado bajo las condiciones climáticas que se dieron el Miércoles en la Bombonera no es sencillo. Lo principal a destacar por parte de ambos equipos es que quisieron jugar por abajo a pesar de la adversidad.

Quizás esto despierte polémica pero, por lo menos para mí, Boca jugó muy parecido al partido con Argentinos. Tanto cuando ataca como cuando defiende, parece que la jugada va a terminar en gol. En ataque es incisivo y en defensa es pasivo. Por eso se convirtieron 4 goles en cada uno de los partidos que disputó el Xeneize.

Desde el gol de Boca hasta el final del primer tiempo, Lanús desplegó su mejor juego y desnudó las fragilidades del equipo de la Ribera. El conjunto del Sur manda muy seguido a los laterales al ataque, tiene muy buen manejo de pelota en sus tres volantes y arriba puso a tres jugadores livianitos y con desequilibrio (por como viene Castillejos habrá que ver que pasa cuando vuelva Salcedo). Pero también le falta solidez defensiva, algo que se vio en el segundo tiempo.

El tridente ofensivo de Boca, que está siendo muy bien acompañado por los tres mediocampistas (los cuales deben serenarse y no hacer tantas faltas en 3/4 porque los centros al equipo le duelen), fue certero y lastimó a Lanús. Las armas centrales fueron la magia de Riquelme (por lo menos para mí, el mejor del partido), el desequilibrio de Gaitán (a quien todavía le falta madurar un poco), y el oportunismo de Palermo.

Cuando Boca sacó la diferencia de dos goles, Riquelme (¿en serio no lo vamos a llevar al Mundial?) puso la pelota bajo la suela y el Xeneize trató de defenderse con el balón en sus pies. Eso alivianó el trámite del partido para el club de la Ribera pero Lanús, aún así, generó algunas situaciones de gol. La defensa de Boca presentó una leve mejoría pero sigue mostrándose débil.

Sobre el final, el local no convirtió el gol que terminara de liquidar el partido (error que también cometió contra Argentinos pero esta vez no lo pagó) a pesar de que Lanús, jugado en ataque, le cedió aún más facilidades.

En los dos partidos que van del campeonato, Boca mostró actitud y humildad, pero tiene dos caras. En ataque tiene un juego que genera la ilusión de conseguir un título, pero el sueño por momentos se lo quita el ver que el arquero y sus defensores cometen constantes errores por distracción.

Por lo menos, así lo ve Chukilaje.