El Rojo gana y se ilusiona

Es tiempo de hablar del nuevo puntero del campeonato. En este irregular torneo, difícil es vaticinar al nuevo campeón pero quien más candidato que el líder, sobretodo ya aproximándonos a la mitad del certamen.

Irregular también es Independiente pero tiene una forma de jugar clara y los jugadores están convencidos de llevarla a cabo aunque no siempre salga. El Tolo apuesta a un 4-3-2-1 mentiroso con mucho juego por afuera.

Los laterales deben pasar al ataque aunque con criterio y el relvo de los volantes por afuera. El equipo tiene un 5 de buen pie que entiende la importancia de abrir la cancha para lastimar. Sin un enganche definido, la conducción la realiza Acevedo y Piatti-Gandín se encargan más de atacar al rival y no tanto de ser referencia en la creación.

La jugada que al Tolo le infla el pecho es la del segundo gol. Pared (la mejor forma de pasar a un adversario) por afuera, llegada hasta el fondo y centro (pase) atrás (o centro normal si no se penetra tan profundo). La función de Piatti ahí es clara, surgir como quien devuelve la pared o, en u defecto, quien hace la diagonal del medio para afuera, desborda y tira el centro (ver resumen de Paso a Paso que muestra claramente esto). Y si tira la pared, enseguida va al área por si llega algún rebote. Gandín acompaña a Silvera cuando llega el envío pero desde una posición que no le da referencia a la defensa y puede sorprender más que el 9 que ya se encuentra en el área.

Pero la jugada ideal no se puede dar siempre. Allí surgen alternativas como la del primer gol. Si la defensa rival se para en línea (como la de River en esa jugada), Silvera se aleja de su zona, el 6 lo sigue y por ese lado aparece Gandín sólo. La solución, además de no pararse en línea, es que el 6 entienda que no tiene que seguir al 9 si se aleja demasiado de su lugar porque desorienta a sus compañeros y abandona al 2. ¿Qué puede llegar a hacer de hiriente un 9 en mitad de cancha?

Con esa ofensiva dinámica es como Independiente llega al gol, y con una defensa que respeta las posiciones es como los previene. Por ejemplo, si sube Mareque, Acevedo o Fredes lo cubren para no desordenar al equipo. De como vaya el partido y cual sea el resultado que quiera obtener Gallego, dependerá cuanto pasen al ataque los laterales y como dosifiquen fuerzas los volantes (ir hasta el fondo y descansar mientras vuelven o primero asegurarse descansar en zona defensiva y después ver si llegan a acompañar).

La principal virtud del Rojo es saber a que juegan, entender porque lo hacen y admirar (ergo respetar) al técnico que por algo está afuera analizando el juego. Cuando un equipo trabaja con seriedad, confía en su DT y en sí mismo (lo cual se va adquiriendo si las cosas van saliendo bien) luchará en lo más alto hasta el final.

Por lo menos así lo ve Chukilaje.